Imanol, Juan y Tonino viajan hasta la Región de Murcia, algo que les remite inequívocamente al mundo de la huerta. Sin embargo, nuestros protagonistas quieren ahondar un poco más en ese mundo huertano e ir más allá, a la búsqueda de algo más delicado.
En esa exploración conocerán lugares emblemáticos de la Región, como es la "contraparada" de Javalí Viejo, una presa construida en tiempos de los árabes y sin la cual, no se entendería ni la huerta murciana ni la vida de Damián, un huertano de toda la vida, con el que Juan e Imanol conocerán un poco más acerca de la tradición hortícola de la zona.
No es de extrañar que con el fantástico clima del que goza la Región de Murcia, unos 300 días de sol al año, cultivos como el limón hayan encontrado su acomodo perfecto en localidades como Santomera. De hecho, la tradición gastronómica murciana ha sabido sacar provecho de algo tan delicado como es la hoja del limonar. Con ella elaboran los paparajotes, una receta que Imanol aprenderá a hacer gracias a los consejos de Maria Consuelo, una vecina de Santomera. La acompañarán con el tradicional café malta con anís seco.
Las aguas cristalinas que fluyen por las terrazas de los campos de Calasparra, es otro de los secretos mejor guardados de esta Región. Bajo esas aguas crece el arroz de Calasparra e Imanol llegará justo para calzarse las botas y sembrar este cereal tal y como vienen haciendo tradicionalmente los agricultores de esta parte de la Región de Murcia.
Y desde Calasparra, viajaremos hasta San Pedro del Pinatar, en pleno Mar Menor, a conocer una de las últimas maneras de pescar más tradicionales que quedan en la Región de Murcia: la encañizada. Sinforoso y su familia continúan practicando esta técnica, en la que los peces se quedan atrapados en una suerte de laberinto construido con cañas y redes. En un entorno idílico, y aprovechando un regalo en forma de arroz que Imanol se trae desde Calasparra, disfrutarán de un tradicional arroz al caldero murciano.
Por su parte, Juan indagará en el mundo de los vegetales y las hortalizas de la mano de Cristina, una investigadora del CSIC que con otros compañeros está impulsando el cultivo de brotes y germinados de hortalizas como el brócoli o la coliflor, entre otros. Con ellos, vemos como algunos cocineros, entre ellos Pablo González del restaurante La Cabaña, están revitalizando y dando nuevos aires a la cocina murciana.
La zona de Jumilla se está convirtiendo, por derecho propio, en una referencia dentro del panorama vinícola español, sobre todo gracias a la labor de José María Vicente y toda su familia. Una parte de los vinos que elaboran provienen de una finca en la que las viñas no fueron atacadas por la filoxera y dan unos de los vinos más alabados de la Región de Murcia. Serán el maridaje perfecto para elaborar unos gazpachos jumillanos.
Murcia capital también tendrá su presencia con uno de los platos estrella de su gastronomía y que suscita más pasiones: el pastel de carne. Este producto llevará a Juan a conocer otras tapas típicas como la famosa marinera.
Tonino llegará hasta Cartagena para conocer el legado romano, tanto en sus construcciones (el teatro), como en sus recetas (algunas tan curiosas como el "gárum", una clase de salsa muy apreciada que se fabricaba con las vísceras de los pescados y multitud de especias). También habrá tiempo de degustar unos típicos michirones.
La Región de Murcia es sabia y sabe unir un binomio tan delicioso como el queso y el vino en uno solo: el queso de Murcia al vino. En Águilas Juan conocerá a una familia que sigue elaborando este queso de manera tradicional y cuyo padre, Vicente, tuvo mucha amistad con Paco Rabal, natural de Águilas, al cual Imanol y Juan le rendirán un sentido homenaje en la estatua que recuerda a este gran actor.
El viaje terminará en la ciudad de Lorca, donde nuestros protagonistas brindarán por esta ciudad con todos los amigos que han ido conociendo a lo largo de este viaje.
En la segunda parte, seguro visitan Bullas.!!!
La repostería en Bullas cuenta con una tradición de mas de 150 años. Los dulces típicos se elaboraban, entonces, en las propias casas para celebrar la llegada de fechas destacadas.
Con el establecimiento de las primeras pastelerías, hace un siglo, esta costumbre se fue perdiendo, aunque no en todos los casos, y fueron ellas las responsables de producir lo que hoy se conoce como dulces típicos de Bullas.
Los dulces más representativos se elaboran en función de las distintas fiestas: en Navidad, el "aguilando" (toñas, Alfajores, mantecados, almendrados, suspiros, cordiales, rollos de vino, etc.); en Semana Santa las tortas fritas y el hornazo (éste último propio también del día de San Marcos) y el rollo de San Pedro en este día.
fuente: http://www.regmurcia.com
Hola llegue a tu blog. de casualidad y me quedo de seguidora me parece muy interesante. saludos. cocinando con cintro. :-))
ResponderEliminarte invito a pasar por mi blog.
Me alegra mucho que te guste, y ya soy seguidora de vuestro blog- tenéis las recetas que necesito!! muyy bonito y muy bien explicado, muchas gracias!! espero veros por Bullas!!
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